lunes, 3 de enero de 2011

Otra distinta.

Me levanté y no era yo. Era cualquier otra. Una sola, solterona, la loca de los gatos. Un payaso. Una excéntrica diseñadora de cosas. Una poetiza nostálgica. Una actriz de culebrones. Una chica Almodóvar. Hoy no sé lo que hago, porque todo lo que soy…está en mi cabeza. Mientras a mí alrededor las cosas suceden con la misma constancia que todos los días, llevadas por la inercia de la rutina, en mi cabeza, adentro mío, se manifiesta un mundo diferente.
Hoy soy rubia, pelirroja. De piel oscura y ojos aceitunados. Alta, gordita. De pies grandes y uñas largas, de pelo enrulado, lacio como el mar en calma. Escupo en la calle, muy femenina. Camino sobre mis tobillos con mis botas de taco alto. Una minúscula boca roja, de labios carnosos. Una dulce nariz respingadita, ganchuda, aguileña. Piernas largas de mujer que es futbolera. Buena delantera, de pecho plano.
Manos de pianista, que hace malabares con bulones. Un profundo escote, un esternón muy sexy.
Una mente muy afinada, un bandoneón, la nota justa, una gota de vino. El más sagaz de los detectives.

Sobre Casas vacías de Brenda Navarro

  Casas vacías  es la primera novela de Brenda Navarro (Ciudad de México, 1982). Está organizada en tres partes;   Primera, Segunda y Tercer...