viernes, 20 de noviembre de 2009

La mentira del reloj

El mundo hoy no parece girar. Parece como si, desde que amaneció, el sol se hubiera quedado en el mismo lugar, exacto, brillando. Parece que va a ser de día mucho tiempo. Los autos cruzan la avenida homogéneos, y yo sólo veo sus ruedas. En la calle, se presiente el diciembre que se avecina. Árboles artificiales compiten en las vidrieras, a cuál más adornado; mientras afuera brillan las hojas de los árboles de verdad, bajo el sol de este mediodía que según parece va a ser eterno.
Y es que el mundo no gira y el tiempo se detuvo, aunque todo indique lo contrario. Aunque la evidencia innegable de los pasos de la gente, me demuestre que en algún reloj, corren las manecillas. Aunque la ceniza en aumento de este cigarrillo que se consume, me grite que los segundos pasan, aunque yo no lo sienta. Aunque las tareas que se acumulan en mi escritorio, me digan que a cada letra que escribo, corre un nuevo segundo. Aunque pase todo eso, el tiempo sigue sin pasar, no quedan dudas.
El tiempo se detuvo en una imagen, en una idea, en un deseo. El tiempo no volverá a correr hasta que yo pueda sacarme esa idea de la cabeza. Y probablemente, cuando eso suceda, el tiempo recomenzará su frenética corrida, atardecerá de golpe, los autos acelerarán desesperados por llegar a sus casas, la realidad centrífuga hará girar el tiempo y los momentos, por todo lo que, durante este día, estuvo detenido. Por toda la energía contenida, detenida por el tiempo que la mantuvo frenada, presa, inmóvil, privada de la libertad de hacer que una imagen se convierta en realidad.
¡El tiempo avanza en forma inversamente proporcional a mis ganas de besarte!

martes, 27 de octubre de 2009

Como un telón devela a los actores en escena, su escenografía, las luces; este

viernes, 9 de octubre de 2009

fin de temporada.

Como en todas las series, cuando se acerca el fin de la temporada, los personajes empiezan a hacer un balance de lo vivido durante los capítulos que ésta haya durado, y uno, como espectador, tiene la oportunidad de recordar ciertas cosas, atar algunos cabos sueltos, y re-ver, generalmente en blanco y negro, escenas que ya había visto, pero conociendo más. Detalle que no es menor, porque cuando uno conoce más, mira desde otro lugar. [La ignorancia y el desconocimiento, son como cristales empañados o un poco sucios, nos dejan ver parcialmente las cosas]. Eso venía pensando en un colectivo esta mañana, sentada sobre un bolso lleno de ropa, pero también de sueños. Me detuve en un pensamiento...Era curioso que algo lleno de mis propios sueños sostuviera todo mi peso? Era raro? Era totalmente normal, descansaba mi espalda sabiendo que mis sueños, acolchados y esponjosos, estaban controlados debajo mío, y a la vez, me sostenían, me hacían sentir segura, me abrazaban.
Desdoblada completamente, me contemplaba a su vez, de pie junto a mí. Me veía fresca y joven, llena de vida. Sin responsabilidades, leyendo un libro que me tenía fascinada, y mantenía en mi boca una sonrisa permanente. Habré sentido un poco de secreta envidia. Me dije:
- No soy conciente de mi propia rutina en este momento, no?
- Tengo un bolso lleno de ropa, 2 libros, un cuaderno, lapiceras y una cámara de fotos. No necesito ser conciente de nada más.
- Me estás evadiendo?
- Al contrario, estoy viviendo.
- Fingiendo que sos una mochilera sin rumbo cuando todos sabemos que estás yendo a pasar 10 horas adentro de una oficina? Por favor, no seas hipócrita, no conmigo.
- Justamente por eso estoy viviendo, porque se a qué estoy yendo, pero todavía tengo intacta la capacidad de jugar. Hoy es el fin de la temporada y yo me miro desde afuera. Pero ya no juzgándome, ya no reprochándo. Me miro desde afuera, viendo pasar flashbacks en blanco y negro de mi propia vida, de mis días y mis horas, mientras juego a que no soy la misma, mientras dejo de querer robarme el protagonismo en manos del personaje que encarno. Porque es verdad, yo ya no soy la misma. A vos te comió el personaje de la oficinista.
Un rayo de sol entro violentamente por el vidrio sucio de una ventana, volviéndome una unidad. Sobre las blancas hojas del libro, como resaltadas por esa luz inesperada, leí, incrédula:
"...buscaba ante todo un regazo consolador, infinito e inmenso, que lo salvase de la endiablada relatividad del mundo que acababa de descubrir"

jueves, 1 de octubre de 2009

una idea

La veo, casi la puedo tocar. Me enfrento a la fragilidad inimaginable, indescriptible, que implica saberme vulnerable, después de construir tantas cercas, tantos fuertes. Después de tanta dedicación, tanta apuesta a no volver a caer, a mí no me vuelve a pasar, después de un trabajo casi de artesano para desarmar estructuras, armar fuertes, soltar lazos, cortar cadenas, olvidar prejuicios, tomar decisiones, formar valores, replantear caminos, opiniones, volverme una unidad, empezar, girar, cambiar, volver a girar, volverme a dudar...Después de eso, una escultura poco animada, casi perfecta, muy equilibrada.
¿Qué será sino la magia lo que teje estas conexiones invisibles que hoy necesitamos nombrar, al menos, para entenderlas?
¿Qué será, sino la razón aprendida desde la cuna, lo que nos obliga a poner nombre a las cosas, para saber si nos maravillan o nos horrorizan?
¿Qué será sino el miedo lo que nos lleva a la contradicción de no poder ubicar lo nuevo en nuestros viejos parámetros?
¿Qué será sino la aparente seguridad comprada de liquidación la que nos lleva siempre a querer entender y renegar de aquello que, en nuestras concepciones habituales, no puede SER, no existe, no es? ¿Qué nos lleva a negar la realidad inevitable, tangible, materializada, que nos golpea suave, pero firme, prefiriendo unas construcciones mentales más aburridas pero también más cómodas? ¿Qué será sino el miedo, justamente, el miedo a lo ya conocido, a lo ya vivido, a lo ya pasado, a lo ya fracasado, lo que nos impide superarnos e intercambiar recuerdos?
¿Qué será lo que nos lleva a mirar una y otra vez lo ya mirado, lo ya analizado desde todos los ángulos posibles, para tratar de refutarlo? ¿Qué será, si sería más fácil aceptarlo? ¿Qué forma tendrá el velo que se niega a salir de los ojos que ven lo que no pueden creer, pero lo ven, no hay duda? ¿Qué extraño mecanismo niega las emociones que sienten el cuerpo y el alma cuando por fin viven lo que quieren? Será miedo? Será la ambición de saber que si eso realmente es posible, quieren buscar algo mejor? Será el eterno inconformismo, la duda como motor, como caballo blanco que tira del carro de unos sueños imposibles? O será, mejor, el terror de haber descubierto que lo imposible también es una idea?
Entonces, qué hemos de elegir...El peso, o la levedad?

jueves, 10 de septiembre de 2009

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

Exilio-Alejandra Pizarnik

skz

¿No es eso una recta, acaso? ¿No nos lo explicaron en la primaria? “Una sucesión de puntos forma una recta.” Lo real, es un punto fugaz en una línea compuesta de convenciones elegidas, seguidas, una tras la otra. Fugaz, como la cordura, como la capacidad de permanecer de este lado, sabiendo quien soy.
-¿Y Quién sos?
-No sé, supongo que lo que dicen mis convenciones que soy.
-O sea que… ¿toda tu realidad se sostiene por puntos imaginarios que forman la recta por la que vos caminás convencido?
-No lo diría exactamente así, pero…
-¿qué pasaría si dudaras de eso, si dudaras de un punto que forma tu recta?

lunes, 31 de agosto de 2009

Tormenta en primavera

Como si hubiera abierto de golpe, y de par en par, la puerta del lugar donde dormían las emociones guardadas, prohibidas, pisoteadas, enterradas y encadenadas a la aparente seguridad de no sufrir poniendo tanto blindaje, una revolución tuvo lugar. Tiene lugar hace algunos días. Como si me hubiera humanizado casi como por arte de magia, y en el mismo instante, hubiera descubierto que no era humana hasta hacía un segundo, que era una simple marioneta, una muñeca, una superficie y un gran hueco interno. Y si bien, ahora…más vulnerable, también más ligera, capaz de dejarme despeinar por este viento cálido que hoy sopla a mi alrededor y me invita a sentarme en el pasto húmedo a contemplar una tormenta de primavera.

Nadie pronosticaba granizo, pero igualmente, me senté de espaldas y abrí mi paraguas de madera, por las dudas. Que no me lastimen las piedras, pero que me moje un poco. Que no me sacuda tan fuerte el viento, pero que con su concavidad, lo envuelva mi paraguas, sólo por las dudas, que no se escape del todo. Una eterna contradicción auto generada, una insatisfacción evitable. Una tormenta desperdiciada por miedo a mojarme. Qué ilógica soy a veces conmigo misma, qué injusta.

Y cuando me quise dar cuenta, la tormenta eran lágrimas que rodaban por mi cara sin pedirme permiso. Lágrimas si, que no eran tristes, que no canalizaban angustias ni gritaban dolor. Eran lágrimas dulces, para recordarme que estoy viva. Y que vivir es jugarse, o no lo digo siempre? Jugarse a fondo, aunque se tenga miedo. Porque el miedo no es más que un impostor que siempre nos muestra el pasado, porque nos paraliza y nos atonta, nos recuerda siempre lo que hicimos mal y nunca nos felicita. Nos embauca con sus artilugios y nos invita a ver siempre el camino más fácil, el menos comprometido, el más superficial, ese camino en el que no hay piedras, pero tampoco emociones ni subidas, ni bajadas. Kilómetros y kilómetros de una llanura inalterable. Me aburro de sólo pensarlo. Y sin embargo, a mi también me engañó el miedo.

Me engañó diciéndome al oído que sea racional en lo irracionalizable, pidiéndome la incoherencia de actuar en forma unánime, cuando yo misma luchaba contra mi, cuando yo misma me boicoteaba, y proyectaba teorías ilógicas pero muy fundamentadas, que a los cinco minutos eran categóricamente refutadas por un cruce de miradas, o una caricia al pasar, o por desear, simplemente, cosas que yo misma me prohibía.

Hasta que una nube, como un telón, se corrió y dejó pasar un gran rayo de sol. Y ahora, cierro mi paraguas y de frente a la tormenta, me sonrío pensando en cómo me gusta hacer todo al revés. Mientras las gotas, tibias por el calor del sol, me hacen cosquillas en el pelo, en el cuello, me impiden abrir los ojos, me recorren la espalda hasta que la piel se me eriza, hasta que mi piel las absorbe, hasta que me llega a los huesos. Hasta que la tormenta de afuera, está acá adentro. Y truena. Refresca. Alivia. Renueva. Sorprende. Hace temblar y sonreír, pero ya no da miedo.

Tormenta de primavera

Como si hubiera abierto de golpe, y de par en par, la puerta del lugar donde dormían las emociones guardadas, prohibidas, pisoteadas, enterradas y encadenadas a la aparente seguridad de no sufrir poniendo tanto blindaje, una revolución tuvo lugar. Tiene lugar hace algunos días. Como si me hubiera humanizado casi como por arte de magia, y en el mismo instante, hubiera descubierto que no era humana hasta hacía un segundo, que era una simple marioneta, una muñeca, una superficie y un gran hueco interno. Y si bien, ahora…más vulnerable, también más ligera, capaz de dejarme despeinar por este viento cálido que hoy sopla a mi alrededor y me invita a sentarme en el pasto húmedo a contemplar una tormenta de primavera.

Nadie pronosticaba granizo, pero igualmente, me senté de espaldas y abrí mi paraguas de madera, por las dudas. Que no me lastimen las piedras, pero que me moje un poco. Que no me sacuda tan fuerte el viento, pero que con su concavidad, lo envuelva mi paraguas, sólo por las dudas, que no se escape del todo. Una eterna contradicción auto generada, una insatisfacción evitable. Una tormenta desperdiciada por miedo a mojarme. Qué ilógica soy a veces conmigo misma, qué injusta.

Y cuando me quise dar cuenta, la tormenta eran lágrimas que rodaban por mi cara sin pedirme permiso. Lágrimas si, que no eran tristes, que no canalizaban angustias ni gritaban dolor. Eran lágrimas dulces, para recordarme que estoy viva. Y que vivir es jugarse, o no lo digo siempre? Jugarse a fondo, aunque se tenga miedo. Porque el miedo no es más que un impostor que siempre nos muestra el pasado, porque nos paraliza y nos atonta, nos recuerda siempre lo que hicimos mal y nunca nos felicita. Nos embauca con sus artilugios y nos invita a ver siempre el camino más fácil, el menos comprometido, el más superficial, ese camino en el que no hay piedras, pero tampoco emociones ni subidas, ni bajadas. Kilómetros y kilómetros de una llanura inalterable. Me aburro de sólo pensarlo. Y sin embargo, a mi también me engañó el miedo.

Me engañó diciéndome al oído que sea racional en lo irracionalizable, pidiéndome la incoherencia de actuar en forma unánime, cuando yo misma luchaba contra mi, cuando yo misma me boicoteaba, y proyectaba teorías ilógicas pero muy fundamentadas, que a los cinco minutos eran categóricamente refutadas por un cruce de miradas, o una caricia al pasar, o por desear, simplemente, cosas que yo misma me prohibía.

Hasta que una nube, como un telón, se corrió y dejó pasar un gran rayo de sol. Y ahora, cierro mi paraguas y de frente a la tormenta, me sonrío pensando en cómo me gusta hacer todo al revés. Mientras las gotas, tibias por el calor del sol, me hacen cosquillas en el pelo, en el cuello, me impiden abrir los ojos, me recorren la espalda hasta que la piel se me eriza, hasta que mi piel las absorve, hasta que me llegan a los huesos. Hasta que la tormenta de afuera, está acá adentro. Y truena. Refresca. Alivia. Renueva. Sorprende. Hace temblar y sonreír, pero ya no da miedo.

Oasis

Ésta es como la pelota de embrollo de miércoles...Una pelota de situaciones buenísimas también te aplasta, sólo que no te duele...:) Claro........también aplasta, pero es como una bola de bienestar...te inunda, te recorre, te hace recordar que existís, que sentís que estas ahíTe desborda, te rebasa la vida, que no podés contener ni encausar te dibuja la sonrisa, te eriza la piel, te despeina Es un huracán que pasa por tu cabeza y la desordena, mezcla tus sentidos, tus sensaciones son confusas, se vuelven toda una y adquieren perfecciones extremas. Sos energíaEnergía en constante movimiento interno, energía que sale por los poros, energía que te conecta con el afuera y pone a girar todo en tu órbitaTodo gira, sólo sos espectador, y volás, podés volar alto y verte chiquitito dentro de una burbuja de pazY podés conectarte diferente, mirando con ojos de hoy, gente de ayer Tus ojos son espejos...espejos que reflejan el momentoque se lo apropianque lo guardan en los recuerdosque no lo quieren perder jamás...quieren abrazarlo y sentirlo millones de veces masCon las retinas y los sentimientos como cámaras de fotosque perpetúan para siempre momentos mágicosMomentos de olvido de tu cuerpo, salís de el, no sos corpóreo, te desvinculás de lo terrenal, estás en otro plano, llegaste mucho más alláMomentos en los cuales las estrellas están mas cerca, son tuyas, casi palpablesMomentos en los cuales el viento es testigo de que el tiempo no pasaEl tiempo se detuvo, abriste la puerta secreta entre medio de los segundos, el tiempo siguió y vos te quedaste entre medio, en otra dimensión, suspendidoMomentos en los que tu cabeza, sólo sirve para sostener los ojos y la boca, que no podés cerrar para sentir mucho, para sentir todo, para emborracharte de todo eso...y el pelo, que se vuela con ese viento sin tiempo, y se enreda, vuela, se evapora, desaparece...Y vos desapareces con él, el momento te tragó, te comió, te hizo suyo.Y no sos más que un esclavo del momento, y sin embargo, cuánto hacía que no corría así la libertad por tus venas? Sos esclavo de ese sinfín de emociones que te abruman, te exceden, salen de vos, no las podes controlar y eso te hace libre, te deja expuesto, te desnuda por dentroTe hace pensarte desde afuera, sin entenderte, sin comprender lo que vivís, pero más vivo que nunca, más conciente que nunca, como si no estuvieras, como si ya no fueras...

Energía Lunera , después de un finde diferente

jueves, 27 de agosto de 2009

Sin máscaras ni caretas

Luna, sincericida de vocación dice:
si
a mi me van a internar por antisocial
me van a encerrar en un lugar con paredes forradas de almohadas
.: estallido :. dice:
lo que pasa que yo me enfoco en la gente que siento que me suma
pero es asi....si alguien no me interesa ni hablo
no careteo mucho
Luna, sincericida y antisocial dice:
no, yo tampoco
y me parece bien
es horrible caretear
en cada careteada se te sale un pedacito de vos mismo
.: estallido :. dice:
se te cae....lo ves....sufris ver como tu cuerpo se deshoja casi pidiendote que no lo hagas...que no te rompas
Luna, sincericida y antisocial dice:
y después, uno se va lamentando por la vida por los pedacitos que le faltan...mirándose cada cicatriz como un miembro más del cuerpo, dándole una entidad desmedida, tapando baches con cualquier otra cosa
.: estallido :. dice:
no sintiendose uno...perdiendo identidad...confundiendose en el no ser...y no sabiendo lo que es
te perdes....en el juego ya no estas
soltaste un hilito finito y tu cuerpo deshojado de mentiras se cayo integro...y ya no sos...no te encontras...no estas...te perdiste
Luna, sincericida y antisocial dice:
y en tu reflejo en el agua, no reconocés la imagen del monstruo que te mira desde abajo, deformado, que a cada momento, a cada movimiento de una gota, tiene una nueva cara, un ojo nuevo, un agujero diferente...
.: estallido :. dice:
te asusta...te aleja...te desencuentra cada vez mas...no te reconoces...no sos vos...ese monstruo que vos mismo creaste es tu destruccion
Luna, sincericida y antisocial dice:
ya está, yo cierro ahí
agregarle es cagarla. Me gusta así :)
.: estallido :. dice:
si
idem!
la destruccion es un buen punto final.

martes, 25 de agosto de 2009

A veces es lindo mirar el pasado con ojos nuevos

Anoche encontré esto y me dio una cierta ternura, por eso está acá. Porque es un micromomento del pasado. Porque me es inevitable mirarlo como algo ajeno, como si no fuera yo la que lo escribió...y sin embargo si, reconozco mis rebusques literarios, mi tristeza, mi frustración, mi postergamiento, mi angustia existencial de esos momentos...No pasó un año todavía desde que lo escribí, y eso me parece mágico. Qué relativo y abstracto puede ser el tiempo, qué elásticos y permeables podemos ser los humanos...

Todos somos nuestros propios personajes...y así cada uno de nosotros va formando parte de los diferentes grupos que nos presenta la vida en sociedad. Quién sabe cual de todos es el verdadero, el que somos cuando no hay nadie más, cuando solos en el silencio de nuestro lugar, escuchamos cada pequeño ruido como si lo escucharamos por primera vez?
Así, en los distintos momentos de nuestra vidas adaptamos nuestro guión a las exigencias del papel. Algunos eligen el que más les conviene, otros el que más se les complica, pero cada uno de nosotros cuenta, de acuerdo a los co-protagonistas, el guión que considera más adecuado, o es fiel a si mismo y cuenta el único guión que tiene, pero esto cada vez es más difícil de encontrar y en algunos casos, constituye el sincericidio directo,...un desnudo total y descuidado.
-Ariel contó, o mejor dicho le contó, el guión del personaje que mejor le queda por estos días. El músico sacrificado que deja todo por su banda, que ahora es ahora su vida, su leit motiv, su razón de ser. Razón de ser músico y no ser tantas otras cosas, como por ejemplo, un hombre "normal". Su leit motiv es su cueva y su refugio, es su razón y su excusa para todo. Para ser como es, en definitiva, tan colgado, desinterasado, inexistente; me atrevo a decir, para lo que no tenga que ver con eso. Para ser tan poco para ella y tanto para los demás. Un personaje con un objetivo claro, diría yo.-
"¿A quién le digo todo esto?" se preguntaba viendo tanta conjugación del verbo decir...Y ella misma se respondía: "Se lo digo a mi personaje, al personaje en el que vengo encajando bárbaro y de la piel del cual quiero salir ahora. La abnegada, que todo lo entiende, que todo lo comprende, que no exige nada, que se conforma con lo que hay aunque tenga gusto a poco, aunque sólo sean migajas de lo que en realidad pretende. La que se condena y se cuestiona, la que duda, la que se teoriza y se refuta, la que siempre encuentra una justificación para no tener lo que quiere. Esa misma yo, cuya obra se bajó de cartel".

Hoy brindo porque esa obra, finalmente, fue condenada al fracaso por la autocrítica, sacada de cartel, y olvidada en los archivos de productores de sueños truncados. Hoy brindo porque ya no me interesan los personajes, porque lo que soy, ES. Y eso es tan innegable que no hay lugar para los roles internos. Porque llegó el momento de unirlos y que todo lo que soy, tire para el mismo lado. Porque ya no me interesa más que lo que quiero, y a lo que quiero voy. Hoy brindo por poder escribir cosas mucho más interesantes.

viernes, 14 de agosto de 2009

Diálogo

-Da una pelota casi incontenible de embrollo de miércoles...
-Mirá, la pelota casí incontenible de embrollo ya abarca mi vida y está por aplastarme, pero yo, con una sonrisa.
-Con una sonrisa corro por el camino y toco con mis talones su borde...se me acerca pero yo sigo...
-sisi, siento sus giros haciendo vientito en la nuca...
-Mientras veo su sombra por arriba mio como una nube de lluvia que me persigue con prisa
-Y a los costados de mi cuerpo, una entidad negra, movilizante, me amenaza.
-Me toca, me abraza, me hace suya por momentos, me escapo sin querer, no lo pienso bien...sólo se que ahi no quiero caer...
(que divertido esto de ir hilando...hacer asociacion de ideas)
-(si, hay que guardarlo)
...pero por otro lado dudo, y creo que podría apurarme más para escapar, aunque no lo hago...siento que me seduce la idea de dejarme atrapar...
-Soy presa de mi en ese pensamiento...no se si quedarme...dudo cada paso pero no puedo dejar de pisar adelante...
- Y en cada paso adelante, vuelve el pensamiento, la bola, el pensamiento, el viento en la nuca,...por un momento, creo que ya no me sigue, no puedo resistir la tentación de volver la cabeza atrás, para verla de frente...
-Y si no es tan mala la oscuridad?
..Y si me sumerjo en ella y me dejo humedecer con sus negros todo el cuerpo hasta quedar amalgamada en sus oscuras grietas y me hago suya...y empiezo a caminar con ella?
-Y si tal oscuridad no existe? si no es más que un producto de mis miedos ancestrales materializados...?
- Quizás sea sólo el deseo de tener una amenaza cerca que me haga superarla una y otra vez...no mirar hacia atras...pero...que hay atras?
- Quizás sólo sea el deseo de poder tener algo con qué aferrarme a ese atrás, para no soltarlo, para no mirar hacia adelante y ver...
- Todas esas preguntas a mi paso me empezaron a aturdir...eran como voces hablándome de cerca...y sin pensarlo...por un instante mi cordura me soltó...y giré abruptamente y con ella de frente me encontre...me chocó...como choca el viento una hoja ya golpeada...
- Como golpea una tormenta en verano, sin avisar, arruinando peinados, zapatos, vidrieras...me dije que una vez en el fondo, en lo más oscuro, golpeada y vapuleada por esa vorágine...en el fondo, ya estaría la calma, podría acostarme cómodamente en el fondo y mirar hacía arriba....mirar la turbulencia desde lejos...

[Auspician este lime: Cir y Luna, una tarde de viernes de Agosto]

martes, 11 de agosto de 2009

EnCadena

La siguiente es una imágen común: cabeza contra el vidrio de algún transporte, anteojos de sol, música para aislarme del mundo y el cerebro a toda máquina, a pleno tractoreo, en actitud compulsiva de producción de pensamientos. Hoy el pensamiento tenía una forma, muy visible, era muy tangible. Era como un tren con muchos vagones, como un laberinto, como las cavernas del minotauro, como una larga cadena con millones de eslabones con intrincadas combinaciones. El trabajo de algún joyero macabro, pensaba, mientras trataba de reubicarme geográficamente en el mundo real; el trabajo de alguien que se divierte mientras nos va alejando siempre un eslabón de algo que queremos.
Siempre pienso que los deseos son el motor de las búsquedas, la razón por la que nunca nos quedamos quietos o al menos, lo que mueve a aquellos que, cómo yo, tenemos un espíritu libre e intrépido...sin embargo hoy, los deseos se me antojan amargos, y no los míos. Los deseos cruzados hoy a mi me generan un nudo en el estómago, un sabor a poco, unas ganas irrefrenables de idealizar el mundo...Y mirando por la ventana del taxi, pensaba; dentro de mi burbuja autogenerada; pensaba...el mundo ideal para mi hoy sería un lugar donde cada uno fuera por la vida llevando su globo en la mano, para que todos lo sepan, para que nadie se desilusione, para que uno no se lleve sorpresas, para no alimentar esperanzas que nunca van a ser realidad, para que sea vea claramente, que muchas veces, la vida es una traspolación de deseos en manos equivocadas, que mis deseos están en manos de alguien, y en las mías..., no se qué hacer con los que hay en las mías...
Por suerte, los viajes me duran poco. Y los mundos ideales también.

viernes, 7 de agosto de 2009

Dualidad

Sueño y vigilia, el eterno despertar. Los ojos se abren, se eriza la piel, el corazón se acelera, las piernas se aflojan, los labios se endurecen dando lugar a una nueva forma, y el cuerpo entero es un suspiro. Los pulmones se llenan de aire, y en un segundo, están vacíos.
Una mirada, una palabra, un guiño, una nota musical correcta que toca una fibra sensible, y el cuerpo entero es sonrisa. Bonita es la vida, ayer no tenía nada, me digo, mientras hablo conmigo por la calle y me contesto. Y el mundo parece un lugar digno de habitar, y la ciudad no parece apresarme, y el tic-tac de la vida me es indiferente, y la rutina ya no es tal porque hoy camino contando las baldozas que piso y voy jugando a la rayuela por la calle, y la gente me mira y yo les sonrío, sabiendo que no me entienden, y las nubes juegan a que no son nubes. Juegan, como yo, a ser otras cosas. Se escapan, como yo, de vivir siendo nubes, siempre nubes. Se divierten con la posibilidad de poder siempre ser otras, siempre cambiando, siempre diferentes. Intangibles, inalcanzables, inagotables. Late el corazón.
Y en el medio del proceso en el que la energía se va modificando, cuando cierro los ojos y me dejo llevar, me dejo transformar. Ahora soy nube que cambia a copo de nieve, a cohete, a estrella, ahora es algodón, ahora se disuelve, ahora no está presente. Nota musical equivocada, algo desentona. Abro los ojos, tengo las manos apretadas. Un choque, un golpe. Silencio. No hay energía, ni nubes, ni sol. La vida sin música. Ya creo que no hay cielo tampoco. Todo es una misma masa gris, el día, la ciudad, los edificios, la gente, todo es lo mismo, el mismo tono gris. Yo, íntegra, soy gris. Ahora lo que late es la cabeza, que tampoco late, pesa. El cuerpo me pesa, me molesta. Desearía poder librarme de él. Pero no puedo, no puedo más que arrastrar las piernas. Quisiera dormir, pero no, tampoco. Quisiera que hubiera un submarino en esa boca del subte en el que pudiera estar sola y callada el tiempo que quisiera. No ver, no escuchar más que el sonido agitado de mi respiración, el calor, la sofocación. Empezar a sentir los músculos, que contraídos, comienzan a entumecerse. Sentir como de a poco, pierdo noción del espacio, que cada vez es más chico, y cada vez hace más calor, y ni mi pecho tiene espacio ya para expandirse y respirar. Y me mareo, me asfixio. Tambalearía, si tuviera lugar, pero no tengo dónde caerme. Pero lo intento, y como quien toma impulso para salir a la carrera, a ganarla, mi cuerpo se contrae para llenarse de aire. Lo retengo, me imagino que estoy sumergida en el agua y que soltarlo sería jugarme la vida. Ahora los labios se vuelven a endurecer, se separan milimetricamente, luego más, y más. Y soy un soplido. Un soplido furioso, un viento fortísimo, un huracán, un tornado que sale de mi, de mi boca, de toda mi cara contraída, de mi cuerpo entero deformado...Abro los ojos, despacio. Con el ceño fruncido, aún me cega la luz. Pero late el corazón, y acostada sobre el pasto húmedo por el rocío de la mañana, parece haberse ido mi cabeza. Soy parte de esa húmeda sensación en mi espalda, de la tierra que rodea mis piernas extendidas, mis brazos extendidos, mis 20 dedos separados lo más que pueden, para sentir más, para que no se les escape nada. Pasa sobre mi una nube, me recuerda que siempre, pero siempre, puedo elegir jugar a ser otra forma.

Despierto, de espaldas en mi cama, siento latir el corazón, estoy viva. De eso no caben dudas.

lunes, 3 de agosto de 2009

La historia está equivocada

La semana pasada fue una semana intensa, a todo nivel. Eso venía pensando en el colectivo esta mañana. El viernes me agarró un antojo literario y tuve que salir corriendo a comprarme ese libro que ya leí pero no está más en mi biblioteca, porque mucho de lo intenso de la semana, tuvo que ver con él.
Y pensaba, mientras sentía en la sien el frío del vidrio de una ventana del colectivo, mientras los rayos del sol matutino me obligaban a cerrar los ojos y me recordaban cuánto sueño tengo, qué poco dormí el fin de semana, como quería seguir hasta las 11 calentita en mi cama, pensaba que la historia está equivocada. Que no me parece justo, ni lindo ni ejemplar que la pareja de amantes más famosa, más nombrada en canciones, más veces representada, que la historia de amor que se toma como referencia...es una tragedia. No voy a enumerar la enorme cantidad de ejemplos que hay sobre esto, pero siempre una mujer "espera su Romeo". Y resulta que yo, no quiero un Romeo. Yo no quiero familias enfrentadas, luchas de intereses, curas en el medio, no quiero que el hombre tenga que ir por ahí haciendo de pistolero o luchando por algo tan sencillo como querer. No quiero llorar en un balcón, esperando que aparezca, no quiero esperar tragedias inminentes todo el tiempo, no quiero sentir que lo bueno siempre dura poco y que a cada momento de felicidad, le sigue una catástrofe...Yo soy una idealista, evidentemente, pero yo quiero disfrutar más, que la gente se quiera más. Es mucho mejor, se siente mucho más pleno, el amor llena mucho más que ningún otro sentimiento. Y si hay que ponerle un nombre, a ese amor idealizado, a ese fin al que anhelamos llegar, a la imagen de nuestra mitad que es entera y a la vez nos complementa, la mía no se llama Romeo. Se llama Julio. Y me habla en francés, y sabe de París aunque puede no haber estado nunca ahí, y si me invita a despertarme...puedo decirle que tiene un pajarito en la cabeza, toc, toc...un pajarito que pide comida argentina...Y se da cuenta que así, tan bien dormido, está mejor y no hay para qué despertarse. Y entiende el amor como lo entiendo yo, y sabe que hay cosas que no se eligen, y puede pensar un beso como el sabor a fruta madura, y puede andar por la calle para encontrarme en un puente, como de casualidad, sin buscarme, aunque sabiendo que andaba para encontrarme. Y sabe jugar con las estructuras para romperlas, como me gusta a mi. Y conviven en el tantos personajes, es tantas voces, que no puede más que dejarlos salir. Y tiene instrucciones para todo, hasta las cosas más simples, pueden ser vistas como un proceso complejísimo, y las cosas más complejas, analizadas con la simpleza del sentimiento, con el instinto...
¿Hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión? La vida entera es juego, hay que jugarse, nada más.

miércoles, 29 de julio de 2009

Un día de sol

Las ganas de hacer cosas que quiero son siempre directamente proporcionales con las cosas que "debo" hacer, e inversamente al tiempo del que dispongo. Siempre es así.
Por esta razón, suelo encontrarme en laberintos y callejones de obligaciones que se cierran sobre mi, paredes de papeles que se derrumban como edificios antiguos, que me atrapan, que están por aplastarme, mientras yo simplemente juego con un globo, lo suelto y lo vuelvo a atrapar, mientras silbo alguna canción, que siempre es alegre, que siempre da ganas de bailar, mientras me digo que si me aplastaran los compromisos, que si la rutina llegara a aniquilarme y me dejara tan gris como el asfalto de ese callejón por el que camino, que si esos edificios se doblaran tanto que sus extremos se tocaran y ya no me dejaran ver el sol, que si el reloj enloqueciera definitivamente y acelerara su descontrolada marcha, y con la velocidad con la que giran sus agujitas diera origen a un viento fortísimo, que me golpeara la cara, arrebatara mi boina, inclinara todo mi cuerpo hacia atrás y tratara de llevarse mi globo, no me importaría, porque aún lo tengo en mi mano. Y brilla, tiene más colores que los que pude imaginar y a todo momento, cambia de forma. Tengo mis sueños en la mano, y si el viento sopla...nos volamos juntos.

domingo, 26 de julio de 2009

viernes, 24 de julio de 2009

...lo que sale, lo que fluye cuando no me quiero dormir

"Escribí lo primero que se te ocurra". Ok, bueno, acá estoy. Lo primero que se me ocurre es que no estaría escribiendo, o mejor dicho, no hubiera tenido estas súbitas ganas de escribir si no tuviera tanto sueño. Y también, a la vez y como complemento, si no tuviera tanto sueño, sabría sobre qué quiero escribir. Supongo que ese "no saber" tiene que ver con haber hecho un esfuerzo conciente por dejar descansar a mi cerebro, que tuvo una hiperactívidad los primeros días de la semana. Tanto es así que me dolía la cabeza, y en lugar de tomar algo para que se me pasara, pensaba que mi cerebro renegaba de su elasticidad por falta de agua, y por eso me dolía. En esos períodos, cuando los pensamientos ya son compulsivos, tengo que buscar razones para dejar de pensar. Esta semana la música francesa me ayudo a no racionalizar. Puede ser pensar en otras cosas para no pensar? también, si. Pensar en lo mucho que me gusta ponerle nombre a todos los olores, buscarle forma a la lluvia, pensar qué lindo es escucharla caer sobre el pasto, sobre la arena, sobre el agua...pensar que no me gusta que me hagan planteos cuando tengo sueño, pero tengo tanto sueño que ni me importa. Pensar...mmm, qué estaba pensando? Ese pensamiento se fue con mi bostezo. Ah! Pensar teorías sobre los bostezos, o teorías sobre los besos, o teorías sobre el origen del mundo, las plantas subacuáticas o los libros malísimos, sobre la sexualidad femenina, sobre fiestas orgiásticas, pensar teorías que a nadie le importan, y que no llegan a nada, pero a mi, me ayudan a no pensar, y no pensando que no pienso, no tengo tanto sueño...porque en definitiva, tener mucho sueño es una forma de estar borracho. Teoría a desarrollar.

miércoles, 22 de julio de 2009

...las cosas que no entiendo

"Abandonado en un sótano, sin la presencia de nadie, ya dentro de un ambiente humano, fue incapacitado para endoculturar y pertenecer a la vida social"

Y...mientras leo esto, escucho frases de mi sociedad, de mi cultura, que no entiendo. Puedo imaginarme, por ejemplo, que debe ser dificilísimo, diría imposible, hablar teniendo la lengua cubierta de pelos. Sin embargo, no puedo entender qué quiere decir cuando la gente siente frío y dice "Qué tornillo!"

Qué soy yo al final, la hija de la pavota?

No me gusta cuando la gente escribe como no habla. "Gracias por estar a mi lado!" Quién dijo eso alguna vez?


Yo, que cuando me duele la cabeza, pienso que a mi elasticidad cerebral le debe estar faltando agua...seguramente, algún problema de culturación tengo.

viernes, 17 de julio de 2009

Virtual Insanity

La palabra incontinencia está mal vista, tiene una connotación bastante negativa. No está bueno no poder aguantarse...Para la incontinencia de los niños que no controlan aún sus efínteres, tenemos pañales de todas formas y colores. Para los abuelos, también. Qué asco hablar de esto, pero todo viene de la mano, y todo tiene que ver con la mala prensa que tiene no aguantarse. Con mis amigos hablamos de estas cosas sin pudor. De todas las veces que no pudimos aguantarnos algo, y nos reimos mucho. Lo tomamos como algo natural y con humor. Pero hay incontinencias diferentes, más dañinas creo yo, y que no nos dan asco, no las miramos mal y no nos parecen un problema. Simplemente convivimos con ellas. Por qué? No lo sé. Porque no hay bozales para la gente que no puede cerrar su boca y habla sin descanso? Sin embargo, esta incontinencia, la verbal, está más socializada y hay quien la juzga, quien la justifica, quien la padece y quien ya se acostumbró. Yo, simplemente, me pregunto por qué hay gente que no puede disfrutar de la paz del silencio cuando no tiene nada inteligente para decir. De la misma forma, hay gente que no me entiende cuando me quedo horas callada. Y me habla, me habla, me habla, para sacarme como con una sopapa palabras que no voy a decir, como si fuera un error no hablar, como si algo estuviera mal.
Ahora hay otro tipo de incontinencia: la virtual. Y antes de seguir, me declaro culpable: soy demasiado clásica, demasiado conservadora y demasiado cabeza dura. De todo eso, culpable. Sin embargo, aunque uso internet, (qué clase de ilusión óptica sería este blog si no lo hicera...?) hay muchas cosas sobre las que no se como reaccionar y me termino enrroscando en un código binario, en negros o blancos, ceros y unos, y no puedo encontrar los grises. Me quejo por internet de la incontinencia virtual, si. Asi de contradictoria soy, también. Porque creo que hace falta más responsabilidad, más hacerse cargo. Porque a mi, la clásica y moderna a la vez, me cuesta no pensar todo lo que pasa a mi alrededor en el hipotético caso de..."y si Internet no existiera?". Pero no puedo con esto negar que existe. Es verdad que si Internet no existiera, yo ahora en lugar de un blog, tendría otro cuaderno, uno más, porque sigo amando el papel. Si no existiera...probablemente, no habría conocido gente por facebook para ir a recitales a los que ningún amigo quería ir, un montón de cosas no hubiesen pasado. Pero tampoco tendría una casilla de mail llena de cosas que no me interesan, tampoco habría una paranoia supergeneralizada sobre la supuesta pandemia, no habría correos no deseados, spams, no habría contactos indeseables en mi msn...pero, un momento...Virtual o no, sigo siendo un ser humano. Un ser humano real que puede elegir, que como puede decir "si" o "no", también puede elegir "eliminar", "no admitir", "forwardear" y demás. Nada de esto es producción virtual, si no humana.
A veces me da la sensación de que vía web todo es menos responsable, todo se permite un poco más, todo se respeta un poco menos. No necesitamos un bozal, entonces, sino actuar con responsabilidad. Porque si hacerse pis encima, está mal visto...mandar 75 mails por día, puede ser que también. Sobre todo porque ya no importa lo que importa, se le pierde el respeto al medio y a su credibilidad. Después de recibir 10 powerpoints, 3 cadenas sobre el gobierno vs el campo, y 3 veces la falsa carta de Fernando Peña a D´elia, lo más probable es que si alguien manda una cadena importante, pidiendo algo real, lo más probable es que pensemos que es una más, y la borremos.

Futures made of virtual insanity now...cantaba Jamiroquai hace algunos años. Y si.

jueves, 16 de julio de 2009

miércoles, 15 de julio de 2009

Introspección positiva

Hacía mucho que no despuntaba mi vicio de sentarme en un café a escribir. Mis propios cafés literarios...Lo hacía bastante seguido cuando tenía mucho que pensar, lo hice durante casi todos los mediodías de los meses que duró mi introspección. Hoy, sin embargo, tuve ganas de reencontrarme con ese viejo hábito, dejar un poco las responsabilidades de lado y sentarme a tomar un café conmigo misma.
Hoy es uno de esos días donde hay mucha actividad volcánica a mi alrededor y yo...estoy en la burbuja. En ese lugar de la mente en el que la producción no es tangible, donde se piensa mucho, pero se aparenta no hacer nada.
Estuve mucho tiempo así, y cada tanto, me agarran ganas de meterme en mi burbuja...sólo que hoy, por primera vez, me di cuenta de la aparente pasividad que demuestro.
Los que me conocen, saben que cuando estoy mal, no hablo y me encierro a pensar. Los que no me conocen, suelen golpear la puerta de la burbuja y sorprenderse porque nadie les contesta...
Después están los que no entienden, y patean la puerta porque sienten que tienen derecho a una respuesta diferente a " No tengo ganas de hablar ". Tienen razón, la respuesta es diferente. Falta agregarle un "con vos", porque es mentira que desde la burbuja no tengo ganas de hablar. Tengo ganas de hablar, muchas, pero también, una necesidad terrible de ser comprendida. Por lo tanto, evito hablar con quien no me va a entender. Así, cada viaje a la burbuja, me deja, al menos, un "amigo" menos. Pero paradójicamente, me deja también relaciones nuevas y otras reforzadas.
Mentiría si dijera que la introspección es negativa, no?

viernes, 3 de julio de 2009

Mirando el crepúsculo..

Hoy le doy la razón a Kundera. Hoy lo siento con todo mi cuerpo, mi memoria y mi vida entera. Hoy estoy bañada en la mágica nostalgia que cubre el crepúsculo de la desaparición. Hoy te extraño tanto, pa, que "mágico" es el mejor adjetivo que le puedo poner a este sentimiento. Si hace un año me hubieran dicho que iba a sentirme así, no lo hubiera creido. Le hubiera restado importancia, hubiera usado alguna de tus frases para reirme de lo que no puedo explicar, hubiera hecho algún comentario indignante para quien lo escuchase, que me etiquetaría de insensible en ese mismo instante.
Pero no. Lógica paradójica y acá estoy, recordándo como hace 4 meses hablábamos de tu 43er aniversario con mamá y lo jugábamos a la quiniela, como me enseñabas; sin querer, que es mejor morir viviendo como se quiere, que vivir aparentando, como se puede tratar de conservar la dignidad aunque todo nos juegue en contra, como verte así me ayudaba a cerrar otros capítulos inconclusos de mi vida. Hoy veo cuánto tengo de vos, y cuánto aprendí, de lo bueno y de lo no tan bueno. Hoy lloro porque no quiero guardarte lágrimas. Lloro sin tristeza y con nostalgia. Lloro con cariño, si es eso posible. Lloro recordándo sabores y olores. Recordándo salsas y paellas. Recordándo al hombre vestido de blanco que me hacía cortes de pelo horribles! Recordándo cómo me sacaste el miedo a la línea A del Subte, como dejé de asustarme de que las luces se apagaran...sabía que después de eso venían paseos largos y muchas palomas en Plaza de Mayo. Recordándo tardes de mesa, cartas y porotos. Recordándo películas. Recordándo a Caloi en su Tinta. Recordándo cómo se cocina un pulpo. Recordándo el millón de veces que me enojé con vos, con tu vida y tus elecciones. Recordándo el café de los Beatles, nuestra discusión, tu forma tan particular de pedir disculpas. Tu forma limitada de demostrar afecto, tu ilimitada capacidad de adaptarte a todo, mi eterna búsqueda para descubrirte más. Sola, como siempre, sigo tratando de descubrirte. Hoy lloro para recordar, lloro porque no quiero olvidar.

martes, 30 de junio de 2009

Soñar no cuesta nada, evadirse...el 30%

Mientras debaten si es conveniente o no declarar la emergencia sanitaria, si es mejor decir la verdad sobre la gripe A o si es mejor seguir ocultando cadáveres...el shopping Abasto nos ofrece un 30% de descuento y todos nos agolpamos en locales donde hace 40 grados, donde nadie tiene barbijo y donde si alguien estornuda...será porque le dio alergia el algodón?

Conexiones sinápticas

La delgada línea entre lo público y lo privado, entre lo pasado y lo presente, una explosión, un chispazo!

Sobre Casas vacías de Brenda Navarro

  Casas vacías  es la primera novela de Brenda Navarro (Ciudad de México, 1982). Está organizada en tres partes;   Primera, Segunda y Tercer...